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miércoles, 28 de abril de 2010

LA TECNOLOGÍA QUE VERIFICA

EVALUACIÓN DEL APRENDIZAJE CON RECURSOS TECNOLÓGICOS


La evaluación es un elemento vital en todo proceso educativo, mediante este se lograr verificar cumplimientos de objetivos y determinar los niveles alcanzados por parte de los destinatarios del proceso mismo en su conjunto (Jiménez. M. et al., 2008).

De tal forma que la utilización de los mecanismos e instrumentos adecuados, así como su aplicación correcta, permitirá orientar de forma objetiva y confiable los resultados obtenidos a través de su uso.

Considerar a la tecnología para ser empleada con fines educativos, proporciona una postura que va más allá de los límites que se presentan cuando de instrumentos tradicionales y/o presenciales se trata para llevar a cabo la evaluación de objetivos y alcances del proceso de enseñanza. Sin embargo existen virtudes y dificultades en su uso que deben ser comprendidos detalladamente para lograr una verificación exitosa casi como con retroalimentación de valor, o en su momento prescindir de los mismos. No solo eso, sino que del nivel de configuración, adaptabilidad y orientación de cada mecanismo o instrumento tecnológico, dependerá en gran medida su éxito o fracaso para los fines que se persiguen.

La era digital permite perfilar estrategias que a simple vista parecerían ser una solución para todas las necesidades de evaluación (Lozano, 2007), sin embargo esta percepción puede ser engañosa o desviar la atención de lo esencial para implementar los instrumentos de forma eficiente, lo cual deberá ser llevado a cabo en función de un análisis profundo y adecuado por parte de los expertos y especialistas en materia educativa y lo concerniente a la evaluación de determinado elemento del conocimiento (o en su conjunto).

Es conocido que para dichos fines existen plataformas tecnológicas que integran entre sus servicios, aplicaciones especializadas para llevar a cabo evaluaciones con diferentes aproximaciones, incluyendo exámenes (tanto como criterio único para la acreditación de un curso o como parte de) (Lozano, 2007), sin embargo el nivel de configuración de este instrumento presenta cierta complejidad en virtud las diversas opciones de configuración para ser implementado. De no ser atendidas correctamente las variables se corre el riego de hacerlo inoperante. Entre ellas por ejemplo, encontramos que un examen puede ser programado para proporcionar retroalimentación inmediata, sin ella, con la posibilidad de una segunda o tercera oportunidad de aplicación, con tiempos determinados para contestar, presentar los reactivos uno por uno o por series, presentar los reactivos en orden específico o de forma aleatoria, y lo anterior por citar solo algunos. Como se puede advertir, este nivel de configuración presenta en si mismo un ejemplo de la importancia y complejidad que adquiere la correcta implementación de aplicaciones tecnológicas al servicio de la educación, tanto el análisis, los objetivos, como los elementos técnicos, así como las consideraciones de las preferencias de los alumnos (estilos de aprendizaje), entre otras, tendrán que ser consideradas adecuadamente para su correcto funcionamiento.

Sin embargo una vez comprendido que las herramientas tecnológicas empleadas para la evaluación de la educación pueden ser tan útiles en virtud de una correcta implementación, se cuenta entonces en una postura adecuada para hacer uso de herramientas que contribuyen no solo a la evaluación per se, sino a la motivación y a la incursión del dicente en procesos cognitivos y regulatorios, potencializando la reflexión sobre lo aprendido y al avance presentado (con las evidencias de la evaluación) a través del curso atendido.

Por otro lado y por medio de instrumentos o estrategias basadas en evidencias sobre participación y colaboración, así como de entregas de tareas en tiempo y forma, se puede llevar a cabo otro tipo de evaluaciones que complementándose unas a otras, resulten en una calificación que denote el nivel de aprovechamiento del alumno evaluado. Entre dichas herramientas encontramos foros de discusión, sistemas de entregas de tareas (tanto de forma individual como colaborativa), foros de charla con registro de participaciones, salones de clase y pizarras virtuales, autoevaluaciones, coevaluaciones, exámenes por videoconferencia (orales), presentaciones a distancia, incluyendo agentes inteligentes o sistemas de inteligencia artificial dedicados para llevar a cabo una evaluación más objetiva y profunda entre los destinatarios del proceso educativo (con sus debidos niveles de complejidad en cuanto a su implementación). Cabe mencionar que los últimos instrumentos mencionados pueden por ejemplo identificar tanto estilos de aprendizaje como características singulares y en base a ellos llevar una evaluación más asertiva en relación al perfil detectado del alumno próximo a evaluar (teóricamente) (Jiménez. M. et al., 2008).

Sin duda las posibilidades que por medio del uso de las tecnologías se presentan, son relativas a la creatividad humana, pero habrá que resaltar que no solo es importante diseñar o desarrollar dichas herramientas, sino que su verdadero valor se encuentra en su correcta implementación, mediante correctas configuraciones orientadas y desprendidas en relación al estudiante y los objetivos que se persigue por medio de las mismas.

Por ultimo resaltar que entre otras variables también debe considerarse el papel del estudiante en el proceso de evaluación basado en tecnologías respecto a su responsabilidad, su honestidad (o deshonestidad) académica, sin embargo se considera preferible partir del principio de la confianza hacia los alumnos (Lozano, 2007), de forma tal que se proyecte a él mismo como artífice de su avance en la construcción de un conocimiento verdaderamente significativo, de otra forma el todo de la evaluación en la era digital puede perder su esencia constructiva estimando mayormente los elementos de seguridad que alejen el verdadero valor de su esencia en un modelo educativo centrado en el estudiante.

Referencias

Lozano Rodríguez, A. & Burgos Aguilar, J. V. (2007) (Comp). Tecnología educativa: en un modelo de educación a distancia centrado en la persona. Distrito Federal, México: Limusa.

Jiménez Sánchez, M., Jiménez Builes, J., & Ovalle, D. (2008, 28, abril ). Evaluación en línea para curos tutoriales inteligentes adaptativos usando el modelo de sistema multiagente. Presentado en el III Congreso Colombiano de Computación, Medellin, Colombia . Consultado el 28 de Abril del 2010 desde: http://cursos.itesm.mx/webapps/portal/frameset.jsp

martes, 27 de abril de 2010

Y LOS RECURSOS SE ABRIERON

RECURSOS EDUCATIVOS ABIERTOS

La importancia de repositorios de objetos de aprendizaje (ROA) se apoya en una eficiente gestión de los mismos en base a la estructura de organización de lo contenido, a estrategias, técnicas y herramientas para facilitar la búsqueda y localización de los recursos educativos (u objetos de aprendizaje), de tal forma que se potencialice un metanalisis de alto alcance.


Lo anterior corre de la mano con las características propias de los recursos contenidos en dichos depositarios (bases de datos) orientadas para fines educativos principalmente de entornos e-learning. Dentro de estas características encontramos un par que hacen que los objetos y/o recursos tomen una dimensión mayor de lo que por sí mismos representan. Entre estas características podemos hablar de gratuidad en cuanto a su obtención, y por otro lado podemos hablar de la apertura y felicitación de su fuente (código) para poder llevar a cabo modificaciones pertinentes y a discreción en los mismos. Es en base a lo comentado anteriormente, que la palabra abierta toma su verdadero sentido y proporciona valor agregado a los recursos orientados con fines didácticos (en el ámbito educativo) y posibilita que se desarrolle un dinamismo que no solo permite la reusabilidad, sino una capacidad de adaptabilidad a diferentes contextos educacionales, siendo enriquecidos en base a planes nuevos, su uso, experiencia y resultados (Silicia, 2007).


Estos recursos pueden ser vistos desde diferentes ángulos y vertientes, pero es importante citar aquellos que por sus características conllevan aportan un peso considerable e importante para su incorporación en diferentes sistemas educativos mediante los cursos ofertados, entre ellos encontramos documentos con directrices sobre un tema o subtema de conocimiento, sobre su evaluación, su aproximación, experiencias obtenidas, resultados, etc., todo apoyado en medios digitales y reforzado con elementos que refuercen o faciliten su entendimiento (fotos, imágenes, videos, gráficos, audios, sonidos, etc.), organizados de forma estratégica y categorizados según su clase, importancia o aplicación (metadatos), facilitando su reutilización.


En otras palabras se puede considerar la pertinencia de un diseño instruccional (y su resultado) con la idea de complementar o apoyar otro curso, de forma que se aproveche la experiencia obtenida en cuanto a decisiones importantes, orden, jerarquías y estructuras, así como de las necesidades educativas atendidas (por mencionar algunas características). Lo anterior desprendido del diseño de la oferta original y que apoyado en la visión del recurso educativo abierto (Sicilia, 2007), se desarrolle una nueva oferta educativa, más madura, de alcance significativo y susceptible a mejoras, poniendo énfasis en la colaboración futura mediante recursos proporcionados abiertamente para su reusó en la continuidad de la práctica educativa, interrelacionando tanto el soporte, la evidencia como la práctica de la misma con el avance obtenido previamente por otros especialista al servicio de muchos más.


Por otro lado, los metadatos que hablan de los recursos para su libre uso, forman clases y categorías tan diversas y complejas como las áreas del diseño que estas cubren, representando cierto grado de dificultad al concebir el todo en sus partes, sin embargo la condición de apertura de los recursos implica también que la colaboración a los mismos por parte de los interesados, aparte de ser masiva, será la fuerza de actualización constante que mantenga dichos recursos frescos, actuales y pertinentes, para los fines que estos persiguen, estos tendrán que madurar paralelamente a las necesidades mediante el resultado del intento intelectual de mantener la educación en un alto nivel y con largo alcance (masivo) en relación a sus destinatarios, así como en cuanto al resultado, hablando concretamente de la evaluación de resultados, de los elementos intermedios del proceso y en cuanto al objetivo pedagógico planteado. Al final de cuentas se puede entender que el todo resultante del esfuerzo del diseño llevado a cabo, podrá ser considerado como una clase o categoría misma susceptible a ser gestionada paralelamente con otras de su misma especie. Sin embargo, cuando se habla de diseño educativo abierto como lo menciona Sicilia (2007), se pone mayor énfasis en los elementos intermedios que lo componen más que en los resultados del mismo.


Siendo así que la noción de apertura, toma un sentido que va mas allá de lo que a simple vista puede ser advertido, requiriendo un entendimiento cabal de sus implicaciones no solo para el uso de recursos, sino para la incorporación de otros de manufactura propia que se sumen a los esfuerzos de fortalecimiento y madures de los repositorios de los mismos que actualmente se encuentran disponibles por parte de los especialistas de la educación contemporánea.

Referencias

Silicia, M.A. (2007). Más allá de los contenidos: compartiendo el diseño de los recursos educativos abiertos. Revista de Universidad y Sociedad del conocimiento, 4, 1, 26-35. Consultado el 21 de Abril de 2010 desde: http://www.uoc.edu/rusc/4/1/dt/esp/sicilia.pdf





OBJETOS, USOS Y LA APLICACIÓN DEL TODO

OBJETOS DE APRENDIZAJE

Las dinámicas y necesidades de las sociedades contemporáneas en materia educativa, así como los recursos y medios tecnológicos disponibles, tanto para la enseñanza por la parte ofertante como por parte de los destinatarios de la misma, permiten perfilar estrategias, orientaciones y aproximaciones de elementos que toman su valor en la medida que estos pueden incorporarse a otros para complementarse o para crear otras entidades que permitan cumplir objetivos pedagógicos mas acertadamente. Mediante la integración de estos elementos se potencializa la fuerza de los recursos orientados a la enseñanza significativa, creando recursos didácticos flexibles que permiten ir más allá de los objetivos pedagógicos inicialmente planteados por determinado programa o curso educativo. Siendo posible un repositorio de estos ROA (por sus siglas en ingles), con fines y objetivos que enriquecen el quehacer educativo de forma sistemática y colaborativa.


A lo anterior, la era digital suma estrategias y tecnologías que permiten tanto el modelado, diseño, desarrollo y gestión de elementos orientados a la educación con enfoques que corren paralelamente a paradigmas (Martínez) de desarrollo de software (programación) orientado a objetos, con la característica de que estos últimos cuentan perfiles autónomos (con significados propios), reutilizables, interrelacionables, actualizables, con características determinadas y orientaciones sobre necesidades concretas, así como con la capacidad de herencia de sus atributos, entre otros.


De tal forma se puede entender que un objeto es una entidad con un fin pedagógico especifico (en el marco de la enseñanza y siendo de aprendizaje), con una función didáctica clara delimitada por sus características (hasta cierto grado por la complejidad que pueden estos presentar), y que bien puede ser contemplado para atender necesidades concretas mediante soluciones especificas (tanto de forma autónoma como mediante su integración con otros objetos y/o recursos de aprendizaje). Este puede contener desde una aproximación a un concepto, una idea, o bien toda una estrategia pedagógica para determinado nivel, modelo o condición de enseñanza aprendizaje. Es importante recalcar que en la actualidad dichos objetos de aprendizaje suelen ser concebidos bajo las pautas y/o estándares que las TIC´s establecen y requieren (pero es importante señalar que estos también pueden ser digitales o no digitales según Martínez). Aun cuando son considerados inicialmente para modelos educativos e-learning, estos también encuentran cabida en aquellos presenciales o mixtos (blended), tomando cada día mayor relevancia en la medida que sus bondades se hacen patentes, siendo así que un catalogo o depositario de los mismos puede tener un potencial de aplicación apoyado en su gestión y principalmente en virtud del valor didáctico de los objetos que contiene, más allá de otras consideraciones y aun de los modelos en los cuales pueden ser incorporados.


Su inclusión exitosa (o desarrollo de los mismos con fines de integración) sin embargo dependerá de la capacidad de cada responsable (o grupo de expertos), de entender acertadamente como estos dan forma a otros objetos de aprendizaje mediante su interrelación (partiendo de su valor autónomo) para los fines que se persigan mediante la oferta educativa, determinando hasta qué grado pueden o no ser útiles por el valor que agregaran al todo de la solución por medio de la cual se busca resolver y dar atención asertiva a necesidades especificas de aprendizaje.


Por último recalcar que estos objetos deben ser valorados en base a la posibilidad de contener en ellos de forma autónoma tanto principios, procesos, objetivos, soluciones, experiencias y aproximaciones (entre otros elementos), con apoyo de medios diversos tales como texto, audios, imágenes, videos y todos aquellos que faciliten la comprensión sobre un área o sub-área del conocimiento (Gertrudix, 2007), con la finalidad de ser usados en diferentes ámbitos de enseñanza según sea el caso.


Integrarlos de forma natural y eficiente en soluciones verdaderamente significativas es parte de los esfuerzos actuales por parte de los expertos y especialistas en educación, lo anterior resalta el interés en torno a estos así como su valor y la necesidad imperante de investigación profesional, su estudio y comprensión para su inclusión en contextos diversos de la educación actual y futura.


Referencias


Gértrudix Barrio, M., Álvarez García, S., Galisteo del Valle, A., Gálvez de la Cuesta, M. C. y Gértrudix Barrio, F. (2007). Acciones de diseño y desarrollo de objetos educativos digitales: programas institucionales. Revista de Universidad y Sociedad del conocimiento, 4, 1, 14-25. Consultado el 20 de Abril de 2010 desde: http://www.raco.cat/index.php/RUSC/article/view/58131/68223


Martínez Peniche, J., R. Objetos de aprendizaje: Una aplicación educativa de Internet 2. Coordinación de Informática Educativa, ILCE. Consultado el 20 de Abril desde: http://eae.ilce.edu.mx/objetosaprendizaje.htm